No todo en esta vida va a ser comer y beber, el cuerpo humano también necesita descansar y reposar, para seguir comiendo y bebiendo.
Una muy buena propuesta de descanso y relax son los spas,
cada vez más habituales, que nos proporcionan espacios de recuperación física
valiéndose del agua. Uno de los más completos y por ello recomendable, se
encuentra en Gijón. La ciudad asturiana es un reconocido destino para los
amantes de la sidra y las tapas, aunque después del verano de 2013 una
normativa municipal prohibió beber en la calle y el típico ambiente de las
sidrerías gijonesas se vio seriamente resentido por la amenazadora presencia policial.
Esperamos que los responsables recapaciten o Gijón perderá gran parte de su
encanto si impiden escanciar sidra a la puerta de las sidrerías.
Talasoponiente, que así es como se llama, es un complejo municipal junto al puerto deportivo y con vistas y salida a la
playa. Dispone de dos espacios, el área de talasoterapia y la zona de
circuitos.
En definitiva, un lugar perfecto para visitar, por ejemplo, una mañana después de haber degustado la noche anterior una riada de culines de sidra asturiana. El cuerpo lo agradecerá y la mente pedirá volver a refrescar el gaznate con más sidra.
Para acudir al centro es necesaria la utilización de gorro, chanclas y toalla. Ya no hace falta candado puesto que han reformado los vestuarios y las taquillas tienen un modelo de cierre moderno. La entrada cuesta 12 euros y da derecho a disfrutar de las instalaciones durante 3 horas.
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