Asturias es uno de nuestros destinos favoritos, por sus
paisajes, sus playas, sus montes, sus gentes y, como no, por su gastronomía. En
pocos sitios tienes la seguridad de que vayas a donde vayas vas a comer bien, y
además, respetando el bolsillo.
Aunque hay miríadas de lugares que merecen ser reseñados
(siempre he querido introducir la palabra miríada en un escrito), en esta
ocasión vamos a hablar de Tierra Astur.
Según señalan en su web Tierra-astur.com, Tierra Astur
surgió en 1997 con la apertura de su sidrería en la calle Gascona de Oviedo, y
a día de hoy dispone de otros tres locales en Avilés, Gijón y Colloto. Destacan
todas ellas por su singular decoración y por la amplia variedad de platos
asturianos que ofrecen.
Foto tierra-astur.com |
En este caso hablaremos de la sidrería que Tierra Astur
tiene en Colloto (Siero). Se encuentra en lo que fue la antigua fábrica de
cerveza Águila, a cinco kilómetros de Oviedo, y es la más grande de la familia Tierra Astur, y según ellos, la
más grande del mundo, parecen de Bilbao.
El techo del amplio local está
decorado con más de 3.000 botellas de sidra y cuenta con toneles con capacidad
para 8 o 10 comensales. Toda una experiencia disfrutar de una comida o cena
asturiana en tan singular espacio.
Yo la conocí hace varios años de la mano de Eva, y fue tan
bueno el recuerdo que me llevé que la recomiendo siempre que puedo. En mi
segunda visita, al igual que en la primera, pudimos disfrutar de una mesa
dentro de uno de los toneles.
Para cinco comensales pedimos tortos con huevos fritos y
picadillo, chopitos, escalopines al cabrales y cachopo.
Dos tortos hermosos, con abundante picadillo, dos huevos fritos con su yema amarilla que suplicaba ser untada, y patatas fritas. |
Abundante ración de chopitos. |
Fuente de escalopines bañados en una salsa de cabrales que estaba para chuparse los dedos. |
Fin de fiesta con este espectacular cachopo .de ternera relleno de jamón y queso, acompañado de patatas fritas. |
Raciones abundantes,
bien cocinadas y casi siempre acompañadas de patatas fritas. Todo ello acompañado
por la siempre imprescindible sidra. Hay otras muchas opciones, entre
entrantes, ensaladas, tablas para compartir, carnes y pescados a la parrilla, y
un largo etcétera que te complica seriamente la elección. Aunque no deja de ser
un problema menor, ya que todo resulta exquisito.
Gracias Eva por el descubrimiento.
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