Cádiz es sol, playa, esa luz especial, la
brisa marinera y su gastronomía. Esas frituras de pescado, su marisco, las
tortillitas de camarones y esos guisos sabrosos. Que rico sabe todo el Cádiz.
En esta ocasión nos centraremos en El Puerto de Santa María, de donde os
recomendaremos algunos lugares que, pueden que no sean los mejores, o sí, pero
son los que más nos gustan a nosotros. Ah, y gracias a Manolo y Maribel por
descubrírnoslos.
-Casa Paco Ceballos: Su especialidad son las
pavías, tiras de merluza rebozada y frita en abundante aceite. Se suelen
acompañar de un poco de mayonesa o ali-oli. También desatacan sus ortiguillas.
Es un bar con solera, de los de toda la vida, con una amplia terraza. Los
camareros no brillan por su amabilidad.
Ribera del marisco, 6.
Ribera del marisco, 6.
-Bar Er Beti: El ajo caliente es el plato
estrella de este local. Se trata de un plato elaborado con ajo, tomate,
pimiento, pan y aceite, todo ello machacado en un mortero hasta que quede una
pasta en la que se noten los trocitos de todos sus ingredientes.
-Mesón del Asador: Local especializado en
carnes. Tienen una parrilla que no da abasto. Destaca su solomillo al
roquefort, el pan de Aranda de Duero y las patatas chips que acompañan a cada
tapa, una delicia.
Calle Misericordia 2.
Calle Misericordia 2.
-Romerijo: Todo un imperio en El Puerto de
Santa María. Dispone de varios locales en los que ofrecen todo tipo de marisco
cocido y fritura de pescado. Está bien, pero parece ya demasiado enfocado a los
turistas.
-Bar Avenida: Bar-restaurante situado cerca de
la plaza de toros. Ofrece tapas a buen precio de las que se puede disfrutar en
su terraza. Destacaría el rabo de toro (cola de toro) guisado.
Calle del quiebro, 2.
-Bodega Obregón: Esta bodega es uno de los
pocos ejemplos de los antiguos despachos de vinos que aún se conservan en la
ciudad. Todavía se puede ir a comprar vino a granel que sirven directamente de
las barricas colgadas de las paredes, rodeadas de carteles de toros de tiempos
pasados. Entre semana ofrecen, entre olor a vino, tapas frías como embutido,
pero los sábados se desata la locura y el local se llena de parroquianos
atraídos por sus guisos: rabo de toro, pollo al ajillo, patatas aliñás, carrillada, menudo,
arroz con carne, …
-Churrería Charo: Charo es mundialmente
conocida en el Puerto y más allá de sus fronteras. Lleva al frente de su puesto
de churros en el mercado de abastos cerca de medio siglo, y su gracia y su
salero valen tanto como los churros que vende. Recién hechos, cortados a mano y
siempre te pone de más. Además, se pueden consumir en los bares de alrededor
acompañados de un café.
Mercado de abastos.
-Heladería Da Massimo: Otro de los imprescindibles de El Puerto es la heladería Da Massimo. Una institución en la ciudad que hace felices a pequeños y mayores con sus deliciosos helados. La lista de sabores es interminable y cada poco tiempo introducen novedades. Disponen de varios locales en una de las arterias principales del municipio, en la calle peatonal Luna. Cargan bien los helados, ya sean en cucurucho o en tarrina, el precio es bastante económico, y coronan el helado con una galleta. El que prueba repite de sus helados artesanos.
-Bodegas Osborne: Más de 200 años de historia
avalan a esta bodega, fundada en 1772, hoy convertida en grupo empresarial internacional,
cuya marca es el toro que podemos diseminado por las carreteras españolas. Vinos,
finos, brandys, anís y otra variedad de productos conforman el amplio abanico
de su catálogo. La bodega recoge barricas centenarias firmadas por conocidas personalidades
y acoge exposiciones artísticas. La visita concluye con una cata de los diferentes vinos de la zona.
Mención aparte merecen las playas del Puerto. La
de la Puntilla, la playa más próxima al centro urbano y a la que se puede
acceder a pie desde el pueblo; Valdelagrana, a la izquierda del río, tiene una
identidad propia y un aire familiar; la muralla, pequeña playita junto al
puerto Sherry; Santa Catalina, la más larga y alejada del centro urbano, llega
hasta el municipio vecino de Rota, la zona de el ancla es nuestra favorita, por
la entrada y por la tranquilidad que se respira.
Sanlúcar de Barrameda:
A unos 25 kilómetros de El Puerto se encuentra
la localidad de Sanlúcar de Barrameda. Un lugar muy recomendable para pasar el
día y de paso, visitar algunas de sus bodegas donde se produce la famosa
manzanilla. Entre los locales gastronómicos que no podemos dejar de visitar se
encuentran:
-Casa Balbino: Autodenominado ‘el templo de
las tortillas de camarones’. Y a fe que lo es. Su amplia carta y extensa barra,
atendida con profesionalidad por cerca de una veintena de camareros, ofrece
multitud de tapas y mariscos, pero sin duda la reina es la tortilla de
camarones. También destacan sus berenjenas y el salmorejo.
Plaza del cabildo, 14.
Plaza del cabildo, 14.
-Puesto de churros: En el paso que va a la
playa, junto a la oficina de turismo, se encuentra uno de los mejores puestos
de churros que hemos encontrado en un nuestro periplo gaditano. Finos,
crujientes y bien fritos. Todo un placer para los amantes de los churros.
Avenida Calzada Duquesa Isabel
Avenida Calzada Duquesa Isabel
-Bodegas Barbadillo: La empresa embotelló su
primera manzanilla en 1821, y desde entonces no ha parado de crear vinos y
extenderlos por todo el mundo. La visita a su bodega es imprescindible para
cualquier amante del vino que quiera conocer y descubrir cómo se elaboran estos
vinos tan particulares. La cata con la que finalizó la visita fue muy enriquecedora ya que pudimos probar varios de los vinos que produce la bodega.